martes, 22 de enero de 2013

El arte abstracto. El motivo anulado...


Estimados lectores.

Antes de entrar en materia, me gustaría referirme a la definición de arte abstracto o Abstracción, para luego continuar con el desarrollo del tema.

Así pues, podemos decir que el arte abstracto es todo aquel que no representa escenas reconocibles u objetos, sino que está compuesto por formas, colores y recursos plásticos que existen por su valor o belleza, así como por su propia fuerza expresiva. En este sentido podríamos decir que la abstracción acentúa las formas, “abstrayéndolas”, alejándolas de la imitación o reproducción fiel o verosímil de lo natural (mimesis) y rechaza cualquier forma de copia de cualquier modelo exterior a la conciencia del artista. Gran parte del arte decorativo podría calificarse de abstracto, pero habitualmente, el término hace referencia a la pintura y escultura del siglo XX que de forma deliberada abandonaron la tradicional concepción europea del arte como imitación de la naturaleza, para refugiarse en la interrelación o juegos de las formas y los colores, sin pretender con ello ningún carácter descriptivo o identificable con la realidad común y reconocible para la vista de todos. Por ultimo podemos decir que otra acepción del verbo “abstract” es resumir o concentrar.

El arte abstracto nació y alcanzo una identidad diferenciada en la década de 1910 – 1920 y actualmente está considerado como la expresión más característica del arte de todo el siglo XX llegándose a extender incluso al siglo actual, donde muchas de las obras de esto primeros años incursionan en esta concepción del lenguaje bien en la totalidad de sus composiciones, o en algunos casos como parte de sus recursos plásticos expresivos.

Su evolución dio lugar a diferentes movimientos e “ismos”, pero hay principalmente tres tendencias básicas y reconocibles que son:

•             El Abstraccionismo lírico, representado en la obra de Wassily Kandinsky (1866 – 1944) de línea intuitiva y emocional más que intelectual, orgánica y biomorfica más que geométrica en su forma, curvilínea más que rectilínea, decorativa más que estructural y romántica más que clasicista en su exaltación de lo místico, lo espontaneo y lo irracional.
•             El Abstraccionismo Geométrico, también llamado Constructivismo en Rusia, representado por los artistas Kazimir Malevich (1878 – 1935), Antoine Pevsner (1886 – 1962), que fue miembro fundador de la Abstraction Creation entre otros.  Concreto (según el pintor Theo van Doesburg 1883 - 1931) , Neo Plasticismo o De Stijl en Holanda,  representada en la obra de Piet Mondrian (1872 – 1944) y la escultura de Constantín Brancusi (1876 – 1957) de línea intelectual, estructural, arquitectónica, geométrica, rectilínea y clasicista en su austeridad y dependencia de la lógica, y el cálculo.
Sin duda, dentro de esta vertiente abstracta, el Neo Plasticismo de Piet Mondrian, es el más representativo. Mondrian descubre al cubismo en París en el año 1911, pintor de pasado figurativo, capta la importancia del cambio radical que estaba ocurriendo con el cubismo en la ejecución y fusión de la obra de arte. En 1914 vuelve a Holanda y se asocia al grupo Neoplastico y funda la revista “Stijl” con el pintor Theo Van Doesburg (1883 – 1931), de vuelta a París en 1919, concreta la forma rigurosa de su concepción pictórica, establecida en lo que para él eran sus  valores primarios y estructurales: la línea, el color y el plano.

Con respecto al Cubismo, Mondrian adopta una postura crítica cuando plantea que este es radical pero no lo suficiente, pues no lleva lo racional hasta sus últimas consecuencias; del análisis no se llega a la síntesis, basa sus propuestas iconográficas en sus contenidos cognoscitivos, y no en su esencia. Para Mondrian, la obra de arte, debe tener una rigurosa esencia teórica que garantice el orden de la misma, es una especie de “ethica ordine geometrico demostrata” donde todos los elementos de los que se vale el artista, deben estar en estrecha correspondencia con la intención estudiada. Nada se puede conocer sin la percepción, pero la esencia de las cosas no se conoce por la percepción, sino mediante una reflexión sobre la percepción, separada de la percepción.


•             El Expresionismo Abstracto también llamado Color Field Painting, Action Painting (pintura de acción),  este último representado en la obra de Jackson Pollock (1912 – 1956) se caracteriza por la libertad expresiva y la espontaneidad de la mancha de color, así como por el aprovechamiento compositivo del accidente plástico. El Expresionismo Abstracto es el movimiento dominante en los Estados Unidos a finales de la década del 40 y durante los 50. Se distinguía por el deseo de transmitir fuertes emociones a través de las características sensuales de lo pintado, generalmente en soportes de gran tamaño. Es considerado como el movimiento más importante desde la II Guerra Mundial. La gran vitalidad que aporto al arte americano, contribuyo a que New York se convirtiera en la capital del arte moderno, desplazando de este modo a París.

La denominación expresionismo abstracto fue utilizada por vez primera, en 1919 para describir algunas pinturas de Kandinsky. En el  contexto de la pintura americana, fue el crítico de arte, Robert Coates (1897 – 1973) el primero en utilizarlo en 1946, pasando a formar parte del vocabulario de la critica a principios de los años 50. Los pintores comprendidos en este movimiento, trabajaban fundamentalmente en New York, compartiendo un mismo enfoque acerca de su visión del arte, aunque no un mismo lenguaje plástico.

Las raíces estilísticas del expresionismo son muy complejas y a pesar de su nombre, este debe más al surrealismo – en cuanto a su método intuitivo y de automatismo – que al expresionismo de la primera época. Los intentos de clasificar en grupos estilísticos no han resultado eficaces por la cantidad de precisiones que este grupo requiere. Sus obras varían desde la explosiva energía de la “Action Painting” de Pollock, hasta la serenidad contemplativa de la “Color Field Painting” de Mark Rothko (1903 – 1970). No obstante al divorcio iconográfico aparente,  podemos apreciar características similares en ambas, por un lado, la preferencia por trabajar a gran escala, el énfasis que se pone en las características de la superficie, de manera que se acentúa la planimetría del cuadro; la utilización de un tipo de tratamiento “all-over”, en el que toda el área del cuadro tiene la misma importancia y por otro, la convicción de que la pintura abstracta podía transmitir un sentido importante y no debería ser visto únicamente, en clave “formalista”, por ultimo, otra característica que aglutinaron a ambos grupos, fue su negativa a ser “encasillados” o “etiquetados” dentro de un “ismo”, prefiriendo que se designaran como pintores de la escuela de New York.

La premisa estética básica del arte abstracto – cuyas características formales pueden hacer pensar en una existencia independiente del contenido – existía mucho antes de la llegada del siglo XX. En ultima instancia, la idea la podríamos llevar hasta Platón, quien en su diálogo “Filebo” (350 a. C.) puso en boca de Socrates:  “la belleza de la forma para mí, no significa la belleza como la de los animales y los cuadros... sino que significa líneas rectas y círculos, así como las figuras planas o sólidas formadas por ellas mediante contorneos y reglas y medidas de los ángulos; afirmo que son no solo relativamente bellas, como otras cosas, sino eterna y absolutamente bellas”.

En 1896 el crítico, George Santayana, tras observar que el color podía producir tanto un efecto agradable como desagradable, “casi como una desafinación musical”, propuso que “un mayor desarrollo general de dicha sensibilidad haría posible un nuevo arte abstracto, un arte que debería basarse en los colores, como la música lo hace en los sonidos”.

En 1910 la época era propicia para el arte abstracto, (fueron los años que preceden a la I Guerra Mundial) desarrollándose simultáneamente en diversos países. Quizás uno de los factores emocionales del surgimiento de un arte cuya intención no es la de reflejar la realidad conocida, sea que ésta, no resulta en modo alguno atractiva, obligando a los artistas a buscar en sus obras, la plasmación de una realidad que nace del interior.

La primera obra que se reconoce con una iconografía desprovista de cualquier intención de representación directa de la realidad, lo fue, una acuarela de Kandinsky conocida como “Primera acuarela abstracta”. La obra en cuestión, se apoya en los recursos plásticos de la técnica, haciendo valer solo su carácter emocional y expresivo, no hay figuras reconocibles, se sustituye el motivo por el signo y el cuadro se llena de una energía nueva.

Sin duda es Kandinsky el pintor más importante de este periodo, desarrollando una carrera artística que manifiesta principalmente dos grandes etapas: la primera esta caracterizada por unos signos libres con grandes zonas de color que se salen de la línea y que conforman un conjunto aparentemente desordenado donde la expresividad y la fuerza de la mancha es mas acusada, predominando los aspectos emocionales, un ejemplo de ello es “Pintura con borde blanco” de 1913. En la segunda etapa, el color se ha domesticado por medio de la voluntad racional, sometiéndose a la línea, a unos ritmos de composición que se manifiestan en un lenguaje geométrico y ordenado siendo la mente la que ejerce su influencia, ejemplo de esto se recoge, en el cuadro “En el cuadrado negro”. El punto de unión que tienen las dos etapas es la presencia de elementos flotando o gravitando en un espacio.

Kandinsky además, desarrolla una importante labor docente como profesor de la Bauhaus y escribe dos libros que deja testimonio de su labor investigativa que son: “De lo espiritual en el arte” y “Punto y línea sobre el plano”. Kandinsky establece un nexo entre dos disciplinas artísticas; la música y la pintura, vinculando entre ellos, los aspectos abstracto – expresivo, de percepción.

Su vinculo de amistad con el compositor alemán Arnold Schoenberg (creador de la dodecafonía) así como una ferviente afición a la música, le permiten descubrir, analizar y vincular ambos fenómenos artísticos, estableciendo equivalentes cromáticos a los diferentes sonidos.

Aunque según escribió, George Heard Hamilton (1910 – 2003), “... es probable que nunca haya habido un momento concreto en que un determinado individuo, conscientemente y por primera vez emprendiera el nuevo camino. Mas bien, distintos artistas en diferentes lugares y épocas, aunque siempre en torno a 1910, paulatinamente comprendieron las posibilidades sin limites del diseño, divorciado de la representación”.

En esta época, París era el centro principal del arte abstracto, en parte por que atrajo a muchos artistas refugiados de Alemania y Rusia, países donde este arte fue prohibido hacia los años 30 por Hitler y Stalin y también porque en el Surrealismo, que había nacido en París, había un componente abstracto muy fuerte. La primera exposición dedicada en exclusiva al arte abstracto fue organizada en dicha ciudad por el grupo “Cercle et Carré” en 1930 y su sucesora, la asociación Abstraction Creation, fundada en 1931, reunió a un amplio numero de artistas abstractos de varios tipos y les proporciono la base para sus actividades. De todas maneras, el arte dominante durante el periodo de entre guerra fue el figurativo, mientras que el abstracto difícilmente conseguía la aprobación del público.  En Gran Bretaña y EE UU, por ejemplo, fue muy minoritario, a pesar de contar con las contribuciones de destacados artistas, como las esculturas de Alexander Calder (1898 – 1976) y Barbara Hepworth (1903 – 1975) y los esfuerzos de grupos como el American Abstract Artists creado en 1936 o la Unit One fundada en 1933.

En una fecha tan tardía como 1953, el artista Británico Adrian Heath (1920 – 1992) habría su libro “Pintura Abstracta” diciendo: “parece que no se comprenden demasiado los principios de la pintura abstracta y consecuentemente, no hay una apreciación general de sus valores. Decididamente, otros aspectos del arte moderno se consideran más interesantes. Por tanto, cuando se insiste una y otra vez en las pretensiones de la pintura abstracta como arte, o cuando se gasta dinero publico en su adquisición, se provoca una violenta reacción”.

Sin embargo en la época en que Heath escribió estas palabras el arte abstracto, estaba ya iniciando su segundo periodo heroico, con el pujante expresionismo abstracto en EE UU y su equivalente europeo, el Informalismo. Consolidándose definitivamente en los años 60 tanto en Europa como en los EE UU.

Para concluir os dejo una pequeña lista con alguno de los nombre de los artistas más representativos de esta tendencia o movimiento artístico:

Wassily Kandinsky (1866 – 1944). Arthur Dove (1880 – 1946). Augusto Giacometti (1877 – 1947). Piet Mondrian (1872 – 1944). Frank Kupka (1871 – 1957). Kasimir Malevich (1878 – 1935).  Theo Van Doesburg (1883 – 1931). Alexander Calder (1898 – 1976). Barbara Hepworth (1903 – 1975). Adrian Heath (1920 – 1992). Ben Nicholson (1894 – 1982). Jackson Pollock (1912 – 1956). Mark Rothko (1903 – 1970). Robert Motherwell (1915 – 1991). Willem De Kooning (1904 – 1997). Antoine Pevsner (1886 – 1962).

Y hasta aquí un breve acercamiento a la pintura abstracta. Nos vemos en la próxima entrega, donde les hablaré del Informalismo y la pintura Matérica. Espero que este no se prolongue tanto en el tiempo como ha ocurrido ahora, pues como he podido comprobar, hay algunos lectores que lo esperan con mucho interés.

Así pues hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez.